La gestión digital de la huella de carbono consiste en medir, monitorizar, informar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (huella de carbono) generadas por una organización o producto mediante tecnologías digitales. Esto incluye no solo las emisiones directas derivadas del consumo de energía o los procesos de producción, sino también las emisiones indirectas de la cadena de suministro, la logística e incluso las operaciones digitales (centros de datos, servicios en la nube, etc.).
Estos sistemas suelen incluir las siguientes funciones:
Recopilación e integración de datos: Recopilación y combinación automática de datos relacionados con las emisiones procedentes de diversas fuentes, como sensores de las instalaciones, sistemas de gestión energética, datos de proveedores y plataformas logísticas, en una plataforma digital centralizada.
Análisis e informes: El procesamiento de los datos recopilados mediante inteligencia artificial y herramientas analíticas permite identificar las actividades que más contribuyen a las emisiones, realizar un seguimiento del progreso hacia el cumplimiento de los objetivos de reducción de carbono y generar informes conforme a normas internacionales (p. ej., ISO 14064, GRI).
Optimización y mitigación: Desarrollo de estrategias de reducción de emisiones (p. ej., proyectos de eficiencia energética, integración de energías renovables) mediante gemelos digitales y modelos de simulación, reducción de la intensidad de carbono en la cadena de suministro y minimización de las emisiones mediante mejoras operativas.
La sostenibilidad inteligente se refiere al uso integrado e innovador de tecnologías digitales (Inteligencia Artificial, IoT, Big Data, Blockchain, etc.) para alcanzar los objetivos de sostenibilidad. Este concepto prioriza la toma de decisiones basada en datos y la optimización de procesos para lograr mejores resultados ambientales, sociales y económicos. Se trata de un enfoque holístico que abarca no solo la reducción de emisiones, sino también la eficiencia de los recursos, los principios de la economía circular y la responsabilidad social.
Componentes clave de la sostenibilidad inteligente:
Enfoque basado en datos: Desarrollo de estrategias de sostenibilidad mediante el análisis de big data recopilado en áreas como el impacto ambiental (uso del agua, producción de residuos), el consumo energético, el desempeño social y la eficiencia económica.
Eficiencia de los recursos: Optimización de los procesos de producción mediante IoT e IA, reducción del consumo de energía y materias primas, minimización de residuos e implementación de modelos de economía circular.
Transparencia y trazabilidad: Facilitación de la transparencia en la cadena de suministro mediante tecnologías como blockchain, garantizando la trazabilidad de los productos a lo largo de su ciclo de vida y compartiendo de forma fiable datos de sostenibilidad.
Previsión y Gestión de Riesgos: Pronosticar riesgos de sostenibilidad, como los impactos del cambio climático, la escasez de recursos o los cambios regulatorios, mediante modelos basados en IA y el desarrollo de estrategias proactivas.
La sostenibilidad inteligente permite a las empresas no solo parecer "ecológicas", sino también crear modelos de negocio verdaderamente sostenibles, generando un impacto positivo tanto para el planeta como para sus resultados a largo plazo.