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Imagen de James Lee

Mucho antes de la invención de la escritura, los habitantes de la antigüedad comenzaron a observar los cuerpos celestes. Tras iniciar la agricultura, comprendieron muy pronto la importancia de los equinoccios y solsticios. Hace aproximadamente 6.000 años, los sumerios, quienes construyeron ciudades magníficas como Ur, Uruk y Babilonia en la región de Mesopotamia, fueron probablemente la primera civilización en utilizar un calendario basado en los ciclos lunares y emplear la astrología.

La tableta más antigua encontrada relacionada con la astronomía data del siglo VIII a.C. Una tableta muestra todos los eclipses lunares ocurridos en Babilonia durante 400 años, entre el reinado de Nebu-nassar y el año 317 a.C. Algunas tabletas contienen observaciones diarias, formando diarios celestes astronómicos. Simultáneamente a estas observaciones metódicas, se desarrolló una astronomía matemática muy compleja. Se sabe que los "Zigurat", grandes estructuras que se elevaban sobre una torre, también permitían a los astrónomos llevar a cabo su trabajo.

En Egipto, alrededor del año 3000 a.C., se enseñaba solo a aquellos especialmente iniciados y entrenados en los templos. A los sacerdotes especiales, que eran los astrólogos del estado encargados de medir el tiempo, se les llamaba "horoscopoi," que significa "observadores de la hora."

La Astrología parece haber surgido en su período más temprano durante la época Helenística, basándose en las conquistas de Alejandro Magno. Aquí se estableció una base adecuada en conexión con los egipcios, orientales y griegos.

Según Knappich, la astrología es "un resultado típico del encuentro de la sabiduría estelar occidental, la sabiduría de los templos egipcios, la astronomía y matemáticas babilónicas, y la filosofía naturalista griega."

En la antigua Grecia, la tradición astronómica, desde Tales (640 – 548 a.C.) hasta Anaxímenes, Pitágoras (siglo VI a.C.) y sus alumnos, se enfocó en el estudio de la geometría del cielo en el momento del nacimiento. Empédocles introdujo el concepto de los cuatro elementos fundamentales del mundo (Fuego, Tierra, Aire y Agua). Hipócrates se ocupó de las fases estacionales de las enfermedades y definió los cuatro temperamentos. Platón también influyó en el desarrollo de la astrología. La Astrología Helenística constituye la base de la Astrología Occidental ampliamente utilizada en la actualidad.

El famoso astrónomo Claudio Ptolomeo (85 – 165 d.C.), autor del Almagesto (que fue el libro de referencia definitivo para la astronomía hasta la Edad Media) y de un libro de geografía, recopiló conocimientos en el Tetrabiblos de cuatro volúmenes, que se convirtió en el libro fundamental para los astrólogos.

Los romanos no se opusieron a las muchas y diferentes religiones orientales y enseñanzas estelares. Cicerón (106 – 43 a.C.) abordó la astrología en muchos de sus escritos. El interés en la astrología se fortaleció considerablemente y se puso de moda en toda la sociedad romana con la incorporación del famoso astrólogo Trasilo a la corte imperial, quien luego se asociaría con Tiberio.

Los árabes hicieron muchas contribuciones matemáticas importantes a la técnica del horóscopo, especialmente con los "Puntos Árabes." Carlomagno estaba muy interesado en la astrología y la cronología. Carlos V tenía seis astrólogos. Carlos VI, Luis XI, el Rey de Hungría y el Emperador Federico III, todos usaron la astrología y a veces la aprendieron ellos mismos.

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Durante la Edad Media y el Renacimiento, la Astrología fue aceptada como una disciplina entrelazada con la Astronomía, e incluso se utilizó en campos como la Medicina y la administración del Estado. Sin embargo, esta situación cambió radicalmente con la Era de la Ilustración (siglos XVII y XVIII).

La Ilustración se fundó en la visión de que la razón era omnipotente, que el universo operaba como un reloj mecánico que podía explicarse completamente mediante leyes matemáticas, y que el desarrollo científico dependía únicamente del racionalismo. Durante este período:

  • Mecánica Newtoniana: La ley de gravitación universal de Isaac Newton explicó con gran precisión el movimiento de los planetas, demostrando que estos movimientos tenían una explicación causal (atracción física). Esto eliminó la necesidad del mecanismo de influencia teleológico (con propósito) que la astrología presuponía.

  • La Necesidad de Clasificación: La ciencia comenzó a reducirse a una metodología basada en la certeza, la observación y el experimento repetible. Bajo el argumento de que no cumplía con estos nuevos y rígidos criterios científicos, la astrología fue apartada de las ciencias exactas como las matemáticas y la física, y se le asignó la categoría de pseudociencia o creencia mística.

 

El Resultado: Aunque este movimiento racionalista y materialista no pudo destruir inmediatamente el lugar de la astrología entre la población, la distanció de las universidades y los círculos intelectuales; la Astronomía dejó de ser una aplicación práctica de la astrología y pasó a ser aceptada como una ciencia superior e independiente por derecho propio.

 

Preservación Subterránea: Ocultismo y Enseñanzas Filosóficas

A pesar de toda esta presión racionalista, ciertas formaciones secretas y círculos esotéricos continuaron conservando conocimientos y simbolismo ocultos y ancestrales dentro de su estructura. De esta manera, la Astrología se mantuvo simbólicamente como una herramienta simbólica dentro de las enseñanzas filosóficas y el misticismo occidental. Estas corrientes, que cuestionaban el significado profundo de la vida y la integridad entre el universo y la humanidad, transmitieron los patrones cósmicos de la astrología a las generaciones futuras.

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Tras la presión racionalista, la astrología resurgió desde dos vertientes principales a principios del siglo XX, particularmente alrededor de la década de 1930:

Descubrimiento Psicológico: Psicólogos de profundidad como Carl Gustav Jung comenzaron a estudiar los arquetipos y el simbolismo astrológico como el lenguaje del inconsciente colectivo, abriendo una puerta científica y psicológica a la sabiduría ancestral. Este enfoque comenzó a devolver la credibilidad a la astrología en los círculos intelectuales. Difusión a Través de la Prensa Popular: Durante este período, la astrología se convirtió rápidamente en parte de la cultura popular a través de los horóscopos diarios publicados en los periódicos. Esta difusión fue un paso significativo que llevó la astrología a todos los continentes por primera vez.

Carl Gustav Jung: El Inconsciente Colectivo y los Arquetipos Astrológicos

El psiquiatra suizo Carl Gustav Jung (1875-1961) es una figura importante que fue contemporáneo y, al principio, discípulo (y considerado el colaborador más cercano y heredero) de Sigmund Freud, el fundador del psicoanálisis. Como fundador de la psicología analítica, Jung fue un experto que valoró la astrología y la citó con frecuencia en su trabajo, incluso después de que la ciencia moderna la apartara. Jung consideró la astrología como el lenguaje simbólico de la psicología humana y el inconsciente.

Jung afirmó que, al analizar un caso, la carta natal de un cliente podría ser útil para comprender los patrones arquetípicos fundamentales de esa persona y acelerar el proceso terapéutico.

1. El Inconsciente y los Arquetipos Colectivos

En el modelo de psicología que desarrolló separándose de Freud, Jung propuso que, bajo la capa del Inconsciente Personal (formado por experiencias individuales), la psique humana alberga el Inconsciente Colectivo, una herencia compartida por toda la humanidad. Los componentes fundamentales de esta capa colectiva son los Arquetipos.

Arquetipos: Son imágenes simbólicas universales e innatas que representan patrones de experiencia. Ejemplos incluyen el Héroe, el Sabio, la Sombra, el Anima y el Animus, y la Persona (la máscara social que se lleva ante el mundo exterior).

 

2. Máscaras Colectivas (Persona) y Similitudes Astrológicas

La Persona (Máscara) mencionada por Jung es la identidad social o el rol que el individuo presenta al mundo exterior. Las tendencias de carácter básicas y los roles representados por los signos del zodíaco, las casas y los planetas en astrología ofrecen un mapeo universal de estas máscaras colectivas y arquetipos fundamentales.

Jung creía que los factores astrológicos explicaban simbólicamente las predisposiciones psicológicas innatas y el potencial espiritual de la persona. Según él, la astrología es una herramienta útil para iniciar un análisis psicológico, ya que revela estas tendencias arquetípicas innatas a través de un lenguaje sincronístico (simultáneo).

 

3. Astrología: Una Herramienta de Sincronicidad para Comprender la Naturaleza Humana

Más que utilizar la astrología como un sistema predictivo, Jung la empleó para explicar el concepto de Sincronicidad.

Sincronicidad: Son eventos que no tienen conexión causal pero ocurren simultáneamente de manera significativa. Jung argumentó que la cualidad del tiempo celeste (el aspecto astrológico) resuena simultáneamente con el estado psicológico interno del individuo. Es decir, los cielos funcionan como un espejo que refleja el estado del alma de la Tierra.

Pioneros de la Astrología Psicológica: Rudhyar y Perry

La persona que transformó este puente entre la psicología de profundidad de Jung y la astrología en una disciplina práctica en el siglo XX, y es considerado el "Padre de la Astrología Psicológica Moderna", es el compositor, autor y astrólogo estadounidense de origen francés Dane Rudhyar (1895-1985).

En sus obras escritas en la década de 1930, Rudhyar argumentó que el propósito de la astrología no era la predicción (adivinación), sino la comprensión del potencial espiritual del individuo y su camino de desarrollo psicológico (propósito).

 

Su enfoque:

Centrado en la Transformación: Rudhyar propuso que las ubicaciones planetarias en la carta natal simbolizaban no el destino absoluto de una persona, sino los desafíos psicológicos, las oportunidades y los períodos de crisis potenciales que se encuentran a lo largo de la vida del individuo. Enfoque Holístico: Vio la carta como un mapa del viaje evolutivo del individuo, redefiniendo así la astrología enteramente como una herramienta para la consejería espiritual y psicológica. Este enfoque fue uno de los movimientos más importantes que devolvió la respetabilidad intelectual a la astrología.

Esta corriente es continuada hoy por psicólogos-astrólogos como Glenn Perry, Ph.D., y la astrología psicológica se ha convertido en una herramienta vital para comprender las dinámicas subconscientes, las necesidades básicas y los patrones relacionales de un individuo.

Sin embargo, algunas interpretaciones de este enfoque psicológico corren el riesgo de tratar la astrología de manera demasiado superficial al reducirla meramente a una gramática arquetípica. En un intento de alinearse con la ciencia, estas interpretaciones pueden pasar por alto la estructura holística y completa de la astrología, su análisis profundo de patrones que multiplica las probabilidades y su potencial de resonancia física.

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Hoy en día, la astrología se reduce lamentablemente a una pequeña sombra de su profundidad milenaria a través de los horóscopos diarios en las columnas de periódicos o el contenido superficial consumido rápidamente en las redes sociales. La astrología no es solo un juego divertido de adivinación, ni es meramente un lenguaje arquetípico psicológico.

El Verdadero Potencial Reside en la Perspectiva Holística.

En su esencia, la astrología alberga una ciencia de la probabilidad multidimensional, holística y exhaustiva que estudia la correlación entre los ciclos celestes y los patrones de vida terrestres. Esta perspectiva holística abarca no solo el estado de ánimo, sino también la sincronización estratégica, el potencial individual y la resonancia con las leyes universales.

Por eso posicionamos la astrología en la intersección de la ciencia antigua y moderna:

Ciencia y Filosofía: Exploramos filosóficamente la mecánica universal y la sincronicidad, basándonos en la Física Cuántica y la Filosofía. Datos Estadísticos: Analizamos los registros históricos de patrones celestes utilizando métodos modernos de Análisis Estadístico. Integración de la Inteligencia Artificial (IA): La herramienta más poderosa en este enfoque es la Inteligencia Artificial. La IA puede analizar, visualizar y sintetizar miles de probabilidades, puntos de datos y patrones dentro de una sola carta o ciclo de tiempo que están más allá del alcance de la percepción y la memoria humana, produciendo un marco de interpretación mucho más completo y en capas en cuestión de segundos.

El Factor Humano: Evaluar este inmenso conjunto de datos y la interpretación rápida e integral proporcionada por la IA con un humano holístico, éticamente comprometido y altamente competente (astrólogo experto) siempre producirá el mayor beneficio. La decisión final, la sabiduría y la orientación personalizada requieren que los datos de la IA se mezclen con la intuición, la capacidad de síntesis y la experiencia humanas.

Este enfoque multidisciplinario conserva el poder holístico de la astrología, transformándola en una herramienta de guía con fundamento científico que trasciende la popularidad superficial.

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