El masaje es tan antiguo como la historia de la humanidad. Antiguos manuscritos chinos, indios, egipcios y griegos registran que el masaje se utilizaba para prevenir y curar enfermedades. Hipócrates, considerado el padre de la medicina, habló sobre el masaje y el ejercicio, y afirmó que todas las personas que trabajan en el ámbito sanitario debían conocer las técnicas del masaje. El masaje clásico resurgió en Estados Unidos a mediados del siglo XIX. Posteriormente, bajo la influencia del sueco Per Henrik Ling (1776-1839), la demanda de masajes aumentó en Europa, y el sistema sueco se extendió por toda Europa. El libro "Technik Der Massage" fue publicado por Albert Hoffa en 1900. Durante la Primera Guerra Mundial, el masaje se utilizó ampliamente en el tratamiento de enfermedades mentales y trastornos nerviosos. El masaje obtuvo reconocimiento médico por primera vez en los Juegos Olímpicos de Verano de 1996 en Atlanta.
Los médicos lo recomiendan a sus pacientes. Es un tipo de masaje que se centra en la manipulación del petrissage, especialmente en pacientes con parálisis para prevenir escaras y la debilidad muscular causada por la consolidación de fracturas. Se recomienda para afecciones como dolor crónico, tensión muscular, movilidad limitada y fibromialgia. El drenaje linfático tiene como objetivo reducir el edema, especialmente en pies y piernas, al aumentar la circulación linfática, recolectar y eliminar desechos y fortalecer el sistema inmunitario.
Beneficios generales del masaje regular:
Reduce los efectos de la fibromialgia.
Ayuda a disolver los fibromas.
Fortalece la debilidad muscular tras fracturas y lesiones.
Beneficioso para pacientes con parálisis para prevenir escaras.
Afloja heridas y cicatrices quirúrgicas.
Disuelve la mucosidad en los pulmones, facilitando la respiración natural.
Ayuda a mantener una piel joven al aumentar la elasticidad y flexibilidad de la piel.
Ayuda a diluir la sangre, reduciendo el riesgo de accidente cerebrovascular.
Alivia el dolor muscular y del tejido conectivo. Previene y ayuda a disolver los calambres y espasmos musculares.
Nutre y fortalece los huesos. Previene y ayuda a disolver la calcificación en las articulaciones.
Ayuda a normalizar la función intestinal. Previene y ayuda a aliviar el estreñimiento y los gases.
Acelera la circulación sanguínea. Abre los vasos sanguíneos. Relaja el corazón.
Acelera la circulación linfática. Previene y ayuda a eliminar los edemas.
Fortalece el sistema inmunitario y ayuda a desarrollar resistencia a las enfermedades.
Ayuda a eliminar los desechos acumulados en el cuerpo (desintoxicación).
Reduce la tensión física y mental causada por el estrés y el exceso de trabajo.
Ayuda a aliviar trastornos fisiológicos y psicológicos como la fatiga y el insomnio.
Armoniza los sistemas del cuerpo (nervioso, hormonal, circulatorio, digestivo y excretor).
Reduce el estrés y proporciona una sensación de serenidad y profunda calma. Promueve la paz.
Ayuda a pensar con mayor calma e inteligencia.
Muchas de las manipulaciones que realizan los fisioterapeutas actuales se derivan del masaje tailandés. Es un tipo de masaje muy eficaz para aliviar diversas dolencias físicas, articulares y musculares. Un masaje tailandés tradicional dura aproximadamente tres horas y, al finalizar la sesión, el paciente se siente renovado y con energía. El masaje tailandés se basa en la calma, la paz, la serenidad, la consciencia, la purificación, la renovación, la relajación, el descanso profundo, la revitalización, el rejuvenecimiento, la compasión, el amor y el respeto tanto para el terapeuta como para el receptor.
Este método de relajación y sanación física y mental, como todos los métodos holísticos, está estrechamente relacionado con nuestro cuerpo energético. El sistema de salud tradicional oriental asume que los bloqueos mentales y bioenergéticos son la causa raíz de todas las dolencias y aplica técnicas y métodos naturales y sin efectos secundarios para restaurar el flujo natural del cuerpo (Cuerpo, Mente, Energía y Espíritu) de forma holística.
Beneficios holísticos del masaje tailandés regular (cuerpo, mente, energía y espiritualidad):
Muchos movimientos de asanas de yoga que son difíciles de realizar por sí solos son realizados por un especialista en masaje tailandés.
Activa músculos débiles que no se usan con frecuencia en la vida diaria y proporciona revitalización.
Alivia la tensión en músculos cansados y proporciona relajación general.
Estira las articulaciones y la columna vertebral mediante estiramientos.
Reduce el dolor de espalda y cabeza.
Acelera la circulación linfática y tiene un efecto desintoxicante.
Acelera la circulación sanguínea y relaja el corazón.
Contribuye al funcionamiento normal de los intestinos.
Reduce la tensión causada por el estrés.
Fortalece el sistema inmunitario y ayuda a protegerse contra enfermedades.
Equilibra el equilibrio bioenergético del cuerpo.
Favorece la circulación de los meridianos (canales bioenergéticos).
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Shiatsu, que en japonés significa presión con los dedos, es un masaje tradicional japonés que es a la vez relajante y tonificante. Su base está influenciada por el antiguo método de tratamiento chino, la acupuntura, que tiene miles de años. Se aplica sobre una alfombra mientras se está vestido, mediante presiones con el pulgar y la palma, técnicas de estiramiento y suaves balanceos a lo largo de los meridianos, que son canales de bioenergía en el cuerpo.
El Shiatsu activa estas energías opuestas en el cuerpo y lo ayuda a regresar a su estado natural. En masaje terapéutico Shiatsu; Su objetivo es activar la capacidad de autocuración del cuerpo y reparar el equilibrio energético alterado.
El universo y todos los seres vivos de la naturaleza se encuentran en un equilibrio armonioso de energías opuestas llamadas Yin y Yang, al igual que los polos negativo (-) y positivo (+) de una batería. En la enseñanza del Lejano Oriente y especialmente del chino tradicional, el par de opuestos que muestran la polaridad dialéctica en el universo es el yin y el yang.
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